- Choferes de camiones cuya obligación es llevarse los desperdicios de manera gratuita, hacen millonario negocio a costillas de los ciudadanos y son culpables de contaminar el medio ambiente cuando éstos se niegan a ceder a sus exigencias económicas.
No obstante que la gobernadora mexiquense, Delfina Gómez Álvarez lanzó el programa “Limpiemos nuestro Edoméx”, con el propósito de que el territorio estatal se encuentre libre de focos infecciosos y se reduzca notablemente el riesgo de más inundaciones por taponamientos de alcantarillas y cuerpos de agua provocados por toneladas de desperdicios, hay quienes se empeñan en ponerle obstáculos al saneamiento ordenado por la ejecutiva del Estado de México, para hacer prevalecer su sed de lucro.
De manera particular, en Atizapán de Zaragoza los encargados del manejo de los residuos que está en manos del director de Servicios Públicos, Moisés Gerardo Bermúdez, que acuden a las diversas comunidades y negociaciones para brindar el servicio de recolección de basura, se han amafiado, convirtiendo en un millonario negocio el recoger los desechos, exigiendo los conductores de los camiones a los comerciantes, una cuota de 100 pesos por cada bote que se llevan.
Caso contrario, los choferes no solo no se llevan la basura sino que de manera irresponsable la dejan tirada, lo que provoca la proliferación de fauna nociva como ratas, moscas y cucarachas, así como la pestilencia que causa la descomposición de los desperdicios. De acuerdo con denuncias ciudadanas, en las calles yacen bultos, botes y bolsas, con los desechos de los alimentos de días.
Por si lo anterior no fuera suficiente, se escudan en que comerciantes y ciudadanos no brindan una aportación, lo que les sirve de pretexto para que los camiones recolectores del ayuntamiento de Atizapán de Zaragoza, que ofrecen un servicio público, no recojan los residuos, convirtiéndose en unos ecocidas.
Cabe mencionar, que por cada tambo de 200 litros de basura que los abusivos camioneros se llevan cobran cien pesos; pasan por los negocios dos o tres veces a la semana y cada chofer tiene el monopolio de su ruta, con lo que la población atizapense se encuentra sometida a sus caprichos y decisiones… y no son cinco ni 10 camiones sino son decenas de esos recolectores, como lo ha informado la autoridad local, lo que multiplicado por lo que cada uno recoge a expensas de los ciudadanos, implica ingresos millonarios, recursos que no se reflejan en beneficio alguno para la gente, refirieron los quejosos.
Todos estos problemas, dicen, no se resuelven debido a que existe un tema de corrupción que atañe a los conductores y a los titulares de las áreas de Servicios Públicos en cada municipio, pues los primeros reportan el pago a sus superiores.
El chofer también se queda con 50 por ciento de las ganancias obtenidas por la venta de material reciclable, como cartón, la otra mitad se hace llegar a los jefes. Tema aparte son las propinas, que son para los chalanes de los camioneros a los que llaman meritorios.
La alcaldía ha justificado su falta de intervención en la situación, bajo el argumento de que los trabajadores son sindicalizados, es decir, aunque cometan toda clase de irregularidades como las mencionadas, los consideran intocables y prefieren consentir su mal proceder que atender las inconformidades de la población, que ya está cansada de esta clase de abusos, ya que los camiones oficiales del ayuntamiento tienen la obligación de prestar el servicio de recolección de basura de forma gratuita.







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