Por Jorge Ramón Rizzo*
Saber que una xalapeña ganó la elección en Nueva Orleans, trajo a mi memoria un artículo que leí a principios de 2023 de Nigel Tompson, titulado «¿Podremos ver un presidente latino en Estados Unidos?».
Y es que, tuvo que pasar un siglo para volver a ver a un mexicano en un alto posicionamiento político en los Estados Unidos, ya que desde Octaviano Ambrosio Larrazolo, nacido en Chihuahua y que llegó a ser gobernador de Nuevo México, representante y senador entre 1918 y 1929, no había habido alguien que resaltara electoralmente tanto como lo hizo ahora Helena Moreno, quien será alcaldesa de Nueva Orleans a partir del 1º de enero de 2026, tras ganar contundentemente la elección en la ciudad más poblada del estado de Luisiana.
Porque ahora la mexicana Helena Moreno completará la tercia de políticos latinos de nacimiento que están vigentes en la política estadounidense, junto a los senadores Bernie Moreno de nacionalidad colombiana y Melquiades Martínez de origen cubano.
Tienen vigencia política otros latinos, pero se trata de americanos por nacimiento como las diputadas María Elvira Salazar y Mónica De La Cruz o, los diputados Gabe Evans y Juan Ciscomani.
Tratamiento aparte merece hoy Marco Rubio, quien como Secretario de Estado de los Estados Unidos se ha convertido en el primer político de ascendencia hispana en obtener este puesto y ni más ni menos que en la controversial ‘Era Trump’.
Perfectamente cabe la veracruzana Helena Moreno en esa baraja de personalidades de primer nivel en el devenir político americano. A sus 48, aún tiene por delante dos o quizá tres décadas de trabajo que la pueden seguir impulsando ascendentemente para llegar a ser considerada para otros cargos de elección y tal vez en algún momento contender incluso por la Casa Blanca.
Todas y todos los latinos mencionados en esta entrega, han sido destacados gestores de la comunidad hispana y férreos defensores de innumerables causas promigrantes.
Así que el futuro de Helena Moreno como alcaldesa de Nueva Orleans le pinta bien, ya que llegará a suceder a LaToya Cantarell, acusada de corrupción y de un affaire, temas por los que ha enfrentado duras críticas de parte de la opinión pública.
Si Helena Moreno es capaz de desarrollar un rol efectivo y pulcro en la administración de la cosmopolita y multicultural Nueva Orleans, su actuar retumbará más allá del Mississippi y el partido Demócrata verá en ella a una figura con alcance para convertirse en «Potus».
No todos los políticos latinos han terminado bien. Ahí tienen a Roberto Menéndez, condenado a 11 años de prisión o a Martín Sandoval quien antes de ser condenado murió. Ambos se declararon culpables de delitos graves por prácticas de corrupción en el desempeño de sus cargos.
Ante los reveses que han sufrido esos políticos latinos, Helena Moreno deberá mostrarse solvente y capaz de llevar a Nueva Orleans a superar retos como la vulnerabilidad a desastres naturales, la reconstrucción post-desastres, la reactivación económica, el racismo sistémico y la seguridad. Éste ¡Es su momento!
*Periodista/Tlaxcala
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